Nuestros Fundamentos Pedagógicos
De acuerdo a la UNESCO (Jacques Delors), los cuatro pilares que tiene como desafío la Educación del siglo XXI, para enfrentar las profundas transformaciones que vive la sociedad actual; son un conjunto de saberes que las y los niños y adolescentes necesitan aprender:
Aprender a SER, aprender a APRENDER, aprender a HACER y aprender a CONVIVIR con las y los demás.
De acuerdo a este marco internacional para la Educación nuestros fundamentos pedagógicos son:
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Desarrollar nuestro quehacer educativo a partir de la realidad de nuestras niñas y niños; conociendo sus necesidades, sus intereses, sus posibilidades y limitaciones; su experiencia de vida y las características del contexto socioeconómico y cultural en el que viven.
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Fortalecer la autoestima de nuestras niñas y niños, a través de su auténtico reconocimiento para que se sepan valiosos, confíen en sí mismos y aprendan a respetar el valor de las demás personas, relacionándose saludablemente.
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Impulsar el juego, la imaginación, la creatividad y el conocimiento en las niñas y los niños para favorecer el gusto por aprender.
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Promover las iniciativas, la reflexión y la toma de decisiones para que ellas y ellos se conviertan en sujetos protagonistas de sus vidas.
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Favorecer el desarrollo de habilidades del pensamiento, de las inteligencias múltiples y con ello, de las competencias necesarias para tener una vida plena. Todo esto a través de estrategias pedagógicas que respeten los diferentes ritmos y necesidades de aprendizaje de nuestros alumnos como protagonistas de sus procesos educativos.
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Incentivar el diálogo desde el ejercicio permanente de la escucha real y activa entre maestras/os y alumnas/os y entre niñas y niños para así aprender a formular preguntas y a expresar y argumentar opiniones personales.
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Desarrollar el pensamiento crítico, constructivo y la autocrítica, para tener una mirada realista y comprensiva de sus actitudes y las de otras personas. Asimismo, fomentar la capacidad de evaluar con objetividad, diferentes elementos de la realidad –lo positivo y lo negativo-, con la intención de buscar y crear alternativas y hacer propuestas.
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Propiciar el desarrollo de un pensamiento independiente en cada niña y cada niño, teniendo presente que cada ser es irrepetible, original y único; con derecho a ser diferente y a tener su propia visión y vivencia de la realidad.
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Proponer la creatividad como un estilo de vida, como ese espacio material, espiritual y mental al que todos los seres humanos tenemos derecho.
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Promover la expresión adecuada de emociones, reconocer sentimientos, nombrarlos y expresarlos en formas adecuadas y respetuosas.
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Vivenciar los valores humanos universales como: la justicia, la paz, el respeto a las diferencias, la responsabilidad, la libertad, la equidad entre mujeres y hombres, la construcción de comunidad, entre otros.
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Fomentar la participación activa de niñas y niños, encaminada a ensayar el papel, que como ciudadanos tienen y habrán de tener en la sociedad. Que aprendan a organizarse, a pensar y actuar con sentido de comunidad, a tomar decisiones y a expresarse respetuosamente y con libertad, viendo siempre por el bien común.
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Colaborar con los padres y madres de familia en la formación de cada niña y cada niño desde una mirada holística, que involucre y comprometa a la persona en su totalidad: su mente, su cuerpo, su vida afectiva, sus actitudes, su espíritu; es decir, su ser individual, social y trascendente.
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Inducir la libertad responsable a través de la autorregulación con respeto a sí mismos y a la dignidad de las personas. Con afecto pedagógico, con firmeza y cuidado amoroso, con congruencia, cercanía y flexibilidad, por parte de los adultos educadores.
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Favorecer la resolución de problemas de la vida diaria de las niñas y los niños, a través del ejercicio de habilidades del pensamiento
como la práctica de “ensayo-error y reparación del error”, para que aprendan a tomar sus propias decisiones. Viendo en cada error una oportunidad de aprendizaje. De tal modo, que desplieguen su sentido moral y ético para orientar su comportamiento cotidiano.
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Construir día con día en la comunidad de la Morada Infantil A. C., Una cultura comprometida con la paz, el respeto a nosotros mismos, a las demás personas, a los seres vivos de nuestro planeta; así como, en una relación cuidadosa y armónica con la naturaleza.